Fecha: 16 de julio del 2024
Autor: GroBios A.C.
Postulación realizada por: GroBios A.C.
El señor Javier Mayo Huerta es originario de playa La Bocana en Marquelia, estado de Guerrero, México. Tuvo su primer contacto con tortugas marinas en 1975, cuando al lugar llegaban tres o cuatro tortugas marinas por cada 100 metros de playa, según nos relata con melancolía.
Su amor por la naturaleza y su interés por hacer algo en pro de la conservación de las tortugas le surgió cuando trabajaba como bombero voluntario forestal en los Estados Unidos de América, es ahí cuando le nace la inquietud por hacer algo en su país y al regresar a México en el año 2000 inicia con los trabajos de protección y conservación de las tortugas marinas, promoviendo proyectos pioneros en la región de Costa Chica, especialmente en playa Las Peñitas en el municipio de Marquelia, Guerrero.
Con gran entusiasmo impulsó la creación del primer campamento en playa Las Peñitas, no satisfecho, se propuso impulsar un segundo campamento en Barra de Tecoanapa, y sin temor al fracaso se aventuró a establecer un tercero en playa La Bocana, el campamento de playa Las Peñitas lleva el nombre de “El Sirenito Macho”, y es que el nombre surge debido a que cuando su hijo mayor era pequeño, en una ocasión vio como Javier se dispuso a salir solo y le dijo que lo deseaba acompañar, pero Javier no podía llevarlo ya que no tenía la autorización por la naturaleza de los permisos del campamento, a causa de esto su hijo se enojó y le dijo: “vamos sirenito macho”, cuando regresó cargando los nidos, estuvo pensado en esta peculiar frase de su hijo, así, de forma espontánea nació el nombre del campamento El Sirenito Macho.
Don Javier nos comparte que fue difícil iniciar los trabajos encaminados a la conservación y protección de las tortugas marinas, el saqueo de huevos se había convertido en el principal sustento de varias familias de la zona, lo cual le llevó incluso a recibir amenazas en varias ocasiones. En sus inicios desconocía que para poder trabajar se requería de documentación y permisos para la conservación de tortugas marinas, y lo descubrió gracias a que en cierta ocasión lo visitó la armada de México para solicitarle que presentara la documentación pertinente para trabajar y Javier no contaba con ésta, a él solo le interesaba conservar y proteger a las tortugas marinas de manera espontánea y con desinterés, pero, rápido en entender la situación, inmediatamente se dio a la tarea de formalizar su documentación para no perder la oportunidad de seguir trabajando en las playas y en los campamentos creados.
El trabajo lo iniciaron los primeros 4 a 5 años haciendo los recorridos a pie, después obtuvieron un cuadriciclo para patrullar de una mejor manera; en 2007 vivieron el año que se denominó el año de la tortuga Laúd, ya que hubo arribadas muy grandes en las costas del Pacifico. El trabajo realizado por el campamento tortuguero El Sirenito Macho ha sido muy difícil e intenso, porque desde el inicio hacía falta concientizar a las personas sobre las consecuencias de lo que se estaba haciendo, debido a que la población se dedicaba a explotar a las tortugas marinas reduciendo drásticamente su población. En la actualidad la situación ha cambiado mucho, gracias al arduo trabajo que se ha realizado en los campamentos y además por el contacto directo con la comunidad y el trabajo con las escuelas, todo esto ha venido a mejorar bastante el tema de la conservación y protección de una especie tan importante como lo es la tortuga laúd.
Por todo ese esfuerzo y la pasión desinteresada en trabajar por la sobrevivencia de las tortugas durante tantos años, don Javier Mayo Huerta es considerado un Héroe de la conservación de la Laúd.